domingo, 25 de julio de 2010

25-Julio-2010: De excursión al Pantano de la Sarra.

El 25 de Julio decidimos ir a pasar el día a la Sarra, pasando de camino por Panticosa. Este viaje lo hicimos con Jaime, un amigo de Chabi (ahora común) que tampoco conocía la zona. Como a mí personalmente me parece una zona preciosa para ver, allá que nos fuimos los cuatro.

No sé si lo sabrás (imagino que algun@ sí), pero en Panticosa hay un balneario de lujo. Vamos, que servidora no tiene perras como para pasar allí un fin de semana (¡ni de casualidad me los gasto ahí!). Pero además del balneario, Panticosa tiene un circo glaciar que a mí me gusta visitar de vez en cuando. Y ésta fue una de esas veces. Aquí quedan unas fotos del lugar (del natural, que no voy a hacer propaganda a todo el complejo hotelero que se ha montado allí).



Vistas del circo (lo siento, pero aún no controlo las fotos panorámicas)




Un par de fotos del lago....



.... y otra más.


Después de dar un paseo por aquí seguimos camino hasta llegar al Pantano de la Sarra, al lado de Sallent de Gállego.



La Peña Foratata (si no me equivoco) y más vistas.




El río Aguas Limpias (de aguas gélidas, por otro lado)



Una cascadita y la central hidroeléctrica del embalse.

domingo, 11 de julio de 2010

11-Julio-2010: un día por el Serrablo.

Decidimos aprovechar el día y marcharnos a dar una vuelta por el Pirineo. Esta vez la ruta escogida fue la que Chabi siguió cuando fue a verme a Ainsa con mis padres: la carretera del Serrablo. Recorre parte del Pirineo Aragonés y tiene montones de desvíos hacia otros tantos pueblos y rinconcitos para visitar.

Éstas son algunas de las fotos que nos encontramos este día. Disfrútalas.




Desde la carretera, camino a Gésera.



Una palanca sobre el río Guarga



La iglesia de Gillué, por fuera y el interior.



La iglesia de Campodarbe y la campana (me encantan)



Una vista desde la carretera del Serrablo.



Y otra....



Y me encantan estas flores amarillas....
(Eso sí, nunca te sientes encima. ¡¡Pinchan!!)

domingo, 4 de julio de 2010

L'Ainsa. 4 de Julio de 2010.

En realidad esto no fue un viaje, sino más bien una visita sorpresa. Yo estaba allí de curso (como cada Julio) y mis padres, Chabi y la peduga subieron a visitarnos a mi hermana pequeña (estaba trabajando allí, conmigo) y a mí.

Algunas de las fotos son éstas.




Vistas desde la subida a la parte vieja del pueblo.



Un edificio y una calle del pueblo viejo.



Un lateral de la iglesia y el campanario.



El museo de artes y oficios y la Plaza Mayor.



Placa con los Fueros del Sobrarbe y monumento a los mismos.

Nada más recorrer el Serrablo, hicimos una parada para estirar las piernas. Íbamos con dirección a L'Ainsa para visitar a Susana y Ana.
Encontré el sonido del silencio. Cómo la naturaleza invadía cada pensamiento.
El aire fresco me daba en la cara y el olor a campo se introducía por mis fosas nasales como las corrientes del rio Guarga. Mismo que bordeaba nuestro camino en la mencionada dirección.
Iuna se atrevió remojar sus patas en las frías aguas y agradeciendolo movía su cola con velocidad.
El camino era largo aunque ya habíamos pasado medio camino. El animal lo vivía.
Miraba al cielo haciendo dibujos con las nubes y buscando en las siluetas de las montañas a cada paso que dábamos.
Los padres de Susana no hacían sino reírse. Cuando ya se había remojado las patitas volvimos al coche.
Algo se quedo atrás. No era mi deseo de remojarme los pies sino de saber interpretar lo que sentí en ese lugar. Creo que me estaban gustando los Pirineos.
Cada metro que seguía por el Serrablo, ya en el vehículo, hacían convertir cada suspiro en satisfacción.
Pude observar cómo muchos, en bicicleta, admiraban como nosotros esas viejas tierras.

Proseguimos hacia L'Ainsa, pasando antes por Boltaña. Otro rincón que anote en mi cabeza para visitar en un futuro.
Tenia ganas de llegar ya, aunque la verdad, aquí nació la idea del Blog.
El tiempo fue fantástico y más recibir el apretón de brazos de Susana y Ana. Comimos, reímos y hablamos.
Pasear por el pueblo medieval no tenia desperdicio. Declarado en su momento, Monumento Histórico Artístico. El pueblo, según vas entrando, te hace retroceder en el tiempo. Allí podemos encontrarnos también con el castillo de Ainsa.
Por cierto, Ainsa es la traducción castellana de L'Ainsa, que este último es en aragonés. Un dato importante para no liarnos.
El castillo, para no desviarnos de la explicación, tiene un patio de armas y un portalón desde donde supuestamente, los soldados del castillo hacían sus rondas. Podéis ver los dos ríos que se unen. El extenso territorio es testigo de esta unión y de siglos atrás, ser conquistados por los musulmanes. Los ríos Ara y Cinca son de los que hablamos.
Había muchos visitantes y como no, tiendas y lugares para llevarse un recuerdo. La plaza Mayor, donde encabeza el Ayuntamiento, es preciosa y acompañando el buen tiempo desconectas seguramente de tus rutinas.
Es un lugar precioso que recomiendo visitar.