Ara; 14 de Agosto de 2010.

Ara es un pueblo ganadero muy pequeñito. Lo elegimos como posada porque en los apartamentos que escogimos se admitían animales (de hecho, el dueño tiene un perro que es un encanto). La verdad es que el apartamento era una monada, con todos los detalles (juegos de mesa y música incluídos). A nosotros nos salió un poco más caro de lo normal, pero porque íbamos sólo 2 (en el apartamento caben 4 personas). Si queréis saber más de los apartamentos, pinchad aquí, en Casa Orosieta.

Otro de los motivos para escogerlo fue que, al ser apartamento, podía hacer la comida sin tener que dar explicaciones de mi celiaquía (y además estar segura de que no iba a ponerme mala los 3 días que íbamos a estar de viaje). Tiempo habrá de preocuparme por dar las explicaciones y por que las condiciones de la cocina sean las adecuadas....

El dueño, José, es un encanto de persona al que no le importa "perder" el tiempo hablando con quien se hospeda en su casa. De hecho nos dio un montón de orientaciones y nos dijo de un montón de lugares para visitar. Si te animas a alojarte en esta monada de casa, pregúntale qué ver por la redolada; seguro que no te arrepentirás.

En el pueblo no hay mucha cosa que ver, pero dando un paseo hay vistas bastante bonitas. como muestra un botón (o más bien varios).

Desde el jardín. El jardín del apartamento de abajo.

Algo fuera del pueblo. Vista del pueblo desde fuera del mismo,

dando un mini paseo.

La torre de la iglesia.

Los tejados de nuestra casa, y algo que encontramos en una calle.

Una calle del pueblo. Una chaminera,
típica en el Pirineo.